viernes, 13 de julio de 2007

Tranquilo

Tranquilo, que cuando el tiempo impasible blanquee nuestras sienes y las vetas de la madurez se hayan rociado sobre nuestra apergaminada cara...yo, seguiré queriéndote.
Tranquilo, por que cuando nuestros opacos ojos dejen de poder divisar el camino, despues de haber visto de cerca y lejos más de mil tempestades...yo, seguire a tu lado. Y con calma buscaremos el sendero hacia ninguna parte y contemplaremos sin verlos los rostros de todos nuestros pequeños logros.
Tranquilo, que dentro de mil años nuestra pequeña historia no formará parte de la fogata del olvido por que en algún lugar de la memoria estas letras estaran grabadas y en algún lugar de alguna parte alguien con una timida sonrisa se sentira identificado.
Y no es por el hoy, por el que hablo, sino por el mañana.


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