viernes, 9 de noviembre de 2007

¿Duele?

Siempre pensé que el deshielo de los iceberg estaba intrínsecamente relacionado con la congelación del ser humano y así mientras ellos se derretían impasibles nosotros íbamos poco a poco coagulando nuestra sangre. El tiempo pasaba y solo el vaho ahumado que rezumaban las gargantas alertaba ligero del mal que poco a poco estaba aquejandonos.
Me encontraba yo dormitando sobre mi lecho de escarcha cuando una suave ráfaga procedente de ninguna parte me obligo a rendir cuentas al olvido. Un él lejano, ajeno y sin embargo tan mio...Me susurraba desde la luminosa pantalla de mi siempre leal compañero (pc, para los profanos) un murmullo de ojala enmascarado en forma de fotografía artística y body painting. La candidez de un pie desnudo acabe ligándola con la de un pezón y poco a poco como una vulgar bolsa de precocinados fui subyugada por un apremiante deshielo. Animarse o no a un devaneo...las heridas aun abiertas sobre mi lomo desnudo y la baja temperatura, que se había cebado sobre mi pellejo nacarado, habían cuarteado mi piel hasta el extremo de convertir el más mínimo roze en una tortura insoportable. Me resistí con mi bolsita de hielos entre los brazos recordándome el sin dolor de la inapetencia...pero débil y envuelta en apósitos acabe acudiendo.
Al principio solo la oscilación lejana de su voz lograba hacerme temblar y sus manos traviesas que me abrazaban rompiendo el adulterado pacto de amistad desprendían finas estalactitas de mi pelo. Más tarde..o quizas solo una cerveza más tarde reiamos de su ex-presente, ahora pasado, y el murmullo candente de la risa en mi gaznate terminaba de encaminarme a la arriesgada senda de la lujuría a duras penas contenida. ¿Solo lujuría? Active, estando ya en caliente, todo mi bagaje. Abertura coqueta de ojos, comentarios subidos de tono dichos con aparente inocencia, mirada picara...mano encima de la pierna...y Boom! El primer envite me colmo de sorpresa, ya había perdido la esperanza y casi las ganas, cuando su saliva invadió mis sentidos y se marco un tour por todo mi cuerpo, pasando por las orejas, pezones y repostando en mi entrepierna. Mientras me perdía en el quemazón de su mirada sentí calcinar mis vendajes y la violencia de su mano arrancando mis ropas, desgarro mis bragas y me toco muy hondo...y más arriba de lo esperado.

¿Duele?




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