sábado, 22 de diciembre de 2007

Quedate

Abrí los ojos con el vació de tus brazos rodeandome la espalda, y mientras el hueco de tu aliento taladraba mi nuca, intente abrazar tu figura ausente...te pensé más delgado y ligero y me revolví en la cama esperando en cualquier momento toparme contigo. Mientras, se encendía en mi el deseo y los recuerdos de aquel polvo etílico-nocturno tan confuso como ruidoso arañaban mi carne. ¿A donde fuiste tan temprano?
Toc-toc en mi puerta.

-¡Paloma, coño, a comer!-






Supongo que no era tan temprano como pensaba...suerte que mis padres encontraran tan vacia mi cama como la encontré yo.

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